La vidriería es un arte mundialmente reconocido. Una técnica que evoluciona y se refina. De generación en generación, la experiencia de los maestros se transmite a sus alumnos, pasando de una mano muranesa a la siguiente. El material se moldea hasta que toma forma en un proceso evolutivo y un espectáculo artístico en continuo cambio.
Nuestros artesanos comienzan fundiendo el vidrio, que se calienta a temperaturas muy elevadas en un horno especial de piedra refractaria. Una vez que el vidrio es lo suficientemente maleable, el artesano utiliza herramientas tradicionales como alicates, cinceles y sopladores para dar forma al vidrio fundido. Este proceso requiere precisión y habilidad para crear los elegantes motivos, rizos y decoraciones típicos de la técnica artística tradicional de Murano. Tras la fase de moldeado, la lámpara se deja enfriar lentamente para estabilizar el vidrio. A continuación, se añaden adornos y colgantes de cristal hechos a mano, que confieren a la araña un aspecto elegante y luminoso. Por último, se monta en una estructura metálica para poder colgarla del techo.